jueves, 31 de marzo de 2011

Tarta con rosa para compensar mi odio almendril


Las almendras molidas me caen mal....

Lo sé, es un sentimiento irracional... probablemente absurdo.

Pero es que me caen mal!!!

Ya me dice mi madre, que un alimento no te puede "caer mal".

Lo sé... pero si es que no es mi culpa... yo a veces intento reconciliarme con ellas...

Pero cuando pienso en todas las veces en las que he intentado hacer macarons (y fracasado)....

Tengo que buscar un culpable!!!!

Arghhhhhhhh malditas almendras molidas!!!!


Total, que cuando vi que Whole Kitchen, en su propuesta del mes de marzo nos invita a preparar un clásico de la cocina francesa, financier... ¡¡¡por poco me muero!!! ¿¿Otro postre basado en las dichosas almendras molidas?? No será posible!!!!! jajaja.

Por eso primero, antes de pasar al diabólico postre almendril (que por cierto, está delicioso), os presento a mi rosa: mi primera rosa decente hecha de sugarpaste (Regalice, vamos) siguiendo mi propio tutorial. Creo que el éxito se debe a que la hice en un tamaño más grande.


Como me salió tan cuca, decidí hacer una tarta bonita para ponerla debajo (sí, esto de empezar la tarta por la rosa es igual que empezar la casa por el tejado!!! jaja). Para la tarta, me fijé en el libro de Peggy Porschen que me compré la semana pasada (sí, sólo vale 6 libras y es mega maravilloso). Es un libro que me quita el sueño de lo bonito que es. Ains.



Básicamente, es una tarta recubierta por fondant decorada con líneas de Royal Icing (vamos, de glasa como la de las galletas).

En teoría no es difícil, pero si tenéis el pulso como yo (léase: como el de una señora de 1000000000 años) pues las líneas os saldrán torcidas y de todas las fotos que hagáis, sólo os atreveréis a publicar dos. Jajaja.


El resultado es vistoso, aunque híper frágil!!!
Al cortar una porción me quedé con la mitad de las líneas de glasa en las manos...


Y ahora sí, los financiers.



La receta que seguí es la que nos propusieron las chicas de Whole Kitchen, tal cual. Le eché unos chips de chocolate por encima.

Ingredientes (para 6 financiers):

  • 55 g de azúcar glas
  • 40 g de harina
  • 40 g de almendras en polvo
  • 60 g de mantequilla
  • 4 claras de huevo

Precalentamos el horno a 180º.
En un bol, mezclamos harina, azúcar y almendras.
Fundimos la mantequilla y la dejamos enfriar.
Batimos las claras sin llegar a montarlas. Cuando estén fluidas, añadimos con cuidado la mezcla de harina, azúcar y almendras, con movimientos envolventes. A continuación, añadimos la mantequilla.
Engrasamos los moldes (yo usé de silicona, así que no hizo falta) y vertemos la mezcla en ellos.
Horneamos en torno a 20 minutos, hasta que la cara superior esté doradita y los bordes marroncitos.


He de decir que este postre ha reducido (un poco) mi antipatía por las almendras molidas. ¡¡¡¡¡¡¡¡Está bueníiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo!!!!!!!

A lo mejor hasta me animo a volver a intentar hacer macarons!!!!


No os aburro más, tan sólo agradeceros todos los votos del concurso Gastroblogs! No quedé entre los 15 primeros pero estoy la ventitantos, que no está nada mal viendo lo larga que es la lista!!!!!! y es todo gracias a vuestros votos!!!!!!!! Es geniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal!!!!!!!!!

Besos, besos y más besos,

Alma

lunes, 28 de marzo de 2011

Recetas inglesas 3: English Muffins (y, de paso, galletas, galletas, galletaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!!!!!)

Si no fuera porque nací en España (y por mi acentazo castizo al hablar inglés), cualquiera pensaría, por mis gustos culinarios, que soy más inglesa que la Reina de Inglaterra.

Quiza sea porque, desde que estuve por primera vez en Hertfordshire, me quedó claro que si tuviera que elegir tres alimentos que consumir exclusivamente durante el resto de mi vida, serían: English Muffins, Mermelada de Naranjas Amargas y Té. Mucho té.


Por alguna razón me obsesionan los English Muffins, los Crumpets, el Bread and Butter Pudding, los Yorkshire Pudding... Ya os lo he dicho: Me encanta la cocina tradicional inglesa, digan lo que digan!!

A lo que iba, el otro día, en un momento de nostalgia por el desayuno inglés, me puse manos a la obra e hice English Muffins. No, como véis en la foto no son "muffins" de los americanos. Nada que ver. Son como panes pequeñitos con miga esponjosa y que tostados están de muerte. No tenía mermelada de naranja amarga porque aquí cuesta a precio de oro, pero no pasa nada. Me supieron a gloria con mermelada de fresa.


La receta la saqué de mi libro favorito para estos temas, The Great British Book of Baking: 120 best-loved recipes from teatime treats to pies and pasties





Ingredientes para 8 English Muffins:
  • 350g de harina fuerte para pan
  • 100g de harina normal
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 sobre de 7g de levadura seca granulada
  • 225ml de agua templada
  • 150ml de leche templada
  • maizena (para espolvorear)

Mezclamos las dos harinas, la sal y la levadura en un bowl. Hacemos un hoyo en el centro y echamos el agua y la leche. Mezclamos bien (yo lo hice con la batidora que tengo, con el gancho para pan). Amasamos la mezcla hasta que esté elástica y ya no sea pegajosa (unos 10 minutos a mano, 4 minutos con la batidora).

Cubrimos el bowl con un trapo húmedo y lo dejamos reposar en un lugar caliente durante una hora, hasta que doble su tamaño. Tras este tiempo, volvemos a amasar la masa unos 5 minutos sobre una superficie enharinada y la dejamos en reposo otros 30 minutos.

Tras este reposo, dividimos la masa en 8 bolitas y las colocamos en una bandeja espolvoreada con maizena. Las espolvoreamos con maizena por encima y les colocamos encima una bandeja de plástico que no pese mucho (para que cuando suban se queden "planas" por arriba). Dejamos reposar en un lugar caliente otros 30 minutos.

Finalmente, calentamos una parrilla o sartén (sin grasa) a fuego medio (yo usé uno de estos grills de sobremesa) y ponemos los muffins encima. Los doramos durante 10 minutos por cada lado, aproximadamente, hasta que estén doraditos. Después, a comeeeeeeeeeeer!!!!!!!!!!!!!!!! (Una vez los habéis cocinado en el grill, podéis congelarlos, como hice yo, y así os duran para varios desayunos). Se toman con mermelada, o con huevos revueltos, bacon... ¡¡como os guste!!


Y ahora vamos con las galletas.

Son mi nueva obsesión. Me encantan!!!


La receta no tiene ningún misterio, es la del Rincón de Bea. La glasa, también. Ah! Yo uso claras en polvo, que aquí pasteurizadas no hay.
He de decir que yo no tengo tantas herramientas como Bea (vamos, no tengo ni la décima parte!! jaja) así que, si vosotras tampoco las tenéis, no habéis de preocuparos: yo lo único que usé fueron mangas pasteleras desechables con boquillas redondas (del 3 de Wilton para delinear y del 1 para los detalles) y unos biberones de esos para meter la glasa que será el relleno. Para hacer las decoraciones hice puntos y luego usé un palillo. (Aquí lo explican genial)


Es más fácil de lo que parece, y queda geniaaaaal!!!


Los perritos, las ardillas, las piezas de puzzle y las galletas redondas marrones están decoradas con sugarpaste (vamos, con Regalice) y luego Royal Icing.

Para pegar el sugarpaste usé pegamento comestible.

Hacer los puntos es súper fácil!! Y me encantan!!!


Y mis animales favoritos no podían faltar:



Espero que os hayan gustado mis primeras galletas. Me lo pasé pipa haciéndolas!!!

Pues no os aburro más. En la próxima entrega, los mini cupcakes de Oreo, lo prometo!!!

Un besazo,

Alma

viernes, 25 de marzo de 2011

El post que quitará el sueño a mi padre (más las fotos de los cupcakes que me olvidé de publicar).


Querido Papi.


Sé que en cuanto leas este post te vas a pasar una semana sin dormir.




Pero ya te lo he dicho mil veces: cuanto mejores son los cuchillos, menos posibilidades hay de que me corte. Así que nada de preocuparse por mis dedos.

No tiene sentido que tengas insomio pensando en las mil formas en las que me puedo rebanar el pulgar. O el índice... O el meñique... Argh. Bueno, dejémoslo ahí!




Pensaréis que me he vuelto loca.... ¿¿¿qué tendrán que ver unos cupcakes tan cucos con el peligro que mis dedos corren ante un set de cuchillos???


Pues tenéis razón, no tienen nada que ver.

Los cupcakes que véis son los que hice a Tamar cuando fui a Madrid. (Tamar es la novia de mi hermano, Josetxu, destinatario de mis cupcakes de Star Wars).

Por alguna razón me olvidé de publicarlas y cuando las he visto hoy en el escritorio por poco me da un patatús. Así que aquí están. La receta es la de los Cupcakes de rosas.



Ahora sí.

A lo que iba.

Los cuchillos de los que hablo son estos.


WMF España me los ha hecho llegar para que los pruebe y os cuente qué me parecen. (Sí, WMF, la marca alemana ALUCINANTE. Molaaaaaa!).


Pues qué me van a parecer. Maravillosos.

Yo que hasta ahora tenía sólo un cuchillo potroso sin punta que venía con el piso y que no cortaba ni un aguacate, me veo derrepente deseando cortarlo todo: las cebollas, los tomates, la carne, las tartas, los cupcakes...


Sí. Desde que los tengo, parto los cupcakes en dos antes de comérmelos, sólo por el placer de usar los cuchillos!!! jajaja.


Total, que los estrené cortando la cebolla para hacer esta Pasta con bonito del norte.


Ya os conté que Conservas Serrats me envió una pequeña selección de sus productos. Pues yo aproveché la latita de bonito del norte en aceite de oliva para hacer este plato de pasta.

Fui muy feliz porque me olía la casa a Marmitako, uno de los platos estrella de mi Mami.

(Mami!! Quiero Marmitako!!)

Ingredientes (para 2 personas):

En una sartén con aceite de oliva ponemos la cebolla a pochar a fuego lento. Cuando esté transparente, añadimos el bonito, escurrido, y le damos unas vueltas para que se mezcle con la cebolla. Añadimos la lata de tomate troceado, salpimentamos y lo dejamos cocer todo junto unos 20-25 minutos a fuego medio. Si la salsa se evapora demasiado, podemos añadir un poquito de agua o vino blanco. Además, podemos añadir albahaca picadita o perejil.

Mientras tanto, cocemos la pasta en abundante agua con sal, hasta que esté en su punto. La escurrimos y la ponemos en el plato.

Servimos la salsa por encima y decoramos con albahaca (sintiéndonos Jamie Oliver mientras lo hacemos, eso es lo fundamental).

Y... ¡¡a comer!!


Pues eso es todo por hoy.
Que sepáis que tengo una acumulación de recetas por publicar que no me lo creo ni yo...

Scones de chocolate negro con naranja...
English Muffins...
Alcachofas con jamón...
Rice pudding...
Mini cupcakes de oreo...

...y galletas.
Muchas galletas.
Galletas de corazones, de animales, de flores, con lunares, sin lunares, con rosas, sin rosas...

¡¡¡¡¡¡GALLETAAAAAS!!!!!!! (Queda inaugurada mi nueva obsesión)

Todo aquí. Pronto.

Besos a porrón!!!!

Alma

PD. He descubierto que las ardillas alemanas desayunan a las 9.10 de la mañana. Ayer salí a correr (síiiiii!! ya puedo correr!!!!) y me encontré con un grupo de ardillas reunidas en un claro del parque, desayunando. Mola.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Madrid Dulce 2: Tiendas, tiendas, tiendas... y todas mis creaciones madrileño-cupcakeras!!

Durante estos días en Madrid he hecho cupcakes... muchos cupcakes.


Hice 24 mini cupcakes y 4 cupcakes medianos para la gente de mi antiguo gimnasio, usando la receta de chocolate que publiqué la semana pasada y decorándolos con buttercream de vainilla rosa y conguitos alemanes de colores.


Como la bolsa de conguitos era muy grande, me dió para alternar la decoración y la ingesta (léase: por cada conguito que ponía en un cupcake, ponía otro conguito en mi boca).



Total, que acabé empachada de conguitos alemanes... ¡¡¡pero qué buenos están!!!



También hice cupcakes de Hello Kitty.



Llevaba pensando en ellos días... semanas... ¡¡¡meses!!! Vamos, que eran para mi amiga Natalia
(y su novio Edu y nuestro amigo Dani), aquella a la que le dediqué unas galletas de Hello Kitty que jamás pudo probar.


Primero preparé las Hello Kitty, usando aquél cortador de galleta y tiñendo sugarpaste de rosa para hacer el lacito. Luego pinté los ojos con rotulador comestible y la nariz con un lapiz de esos de gel de colores comestible que compré en Inglaterra. Usé la misma receta de vainilla de siempre, aunque teñí la masa de rosa, que mola más!! Kitty Power! jeje.


Finalmente, también hice cupcakes de limón para mis tías. Utilicé la receta de limón que ya he publicado anteriormente, y buttercream de merengue suizo aromatizado con extracto de limón y coloreado de amarillo. El dibujo del osito lo hice sobre sugarpaste teñido de amarillo con un sello que compré hace mil en una tienda de Scrapbooking y que no había utilizado.


Lo único que me faltaron fueron los cupcakes de matchá que quería hacer para mis amigos Raúl, Tania, Lorena e Isabel. No conseguí el matchá por ningún lado y al final me quedé sin hacerlos. Prometo hacerlos a la próxima!!

Como os prometí en la primera entrega de mi guía del Madrid dulce, hoy os traigo las tiendas especializadas que he podido visitar. Se me han quedado algunas en el tintero, por falta de tiempo más que nada, pero prometo acercarme a ellas en próximas visitas.

La primera de la que os voy a hablar es mi nueva favorita: Comercial Mínguez.



Es curioso, porque es precisamente a la última a la que fui (aunque parezca mentira, me pasé con ella la mañana de mi vuelo, con maletas y todo!!).
De hecho, la descubrí de casualidad. Resulta que una de mis compañeras del taller de galletas al que asistí trabaja allí, y en cuanto me enteré de todo lo que tenían,
me dí cuenta de que no podía irme de Madrid sin hacerles una visita.

La tienda está en pleno centro: a dos pasos de la Gran Vía. Se trata de un comercio familiar con muchos años de experiencia y, lo mejor es que, a parte de todos las herramientas e ingredientes necesarios para la repostería tradicional española,lo tienen TODO para cupcakes, tartas, galletas... y cuando digo todo, me refiero a fondant, cortadores, colorantes, mangas pasteleras, cajas, decoraciones, sprinkles... Todo!! Además, me parece que estaba muy bien de precio.

Puntuación: 10 sobre 10. Me gusta mucho esta tienda, por castiza y por tener tantísimas cosas a un precio muy bueno!

http://www.comercial-minguez.es/



Si vuestro presupuesto es más elevado, pasad por Club Cocina. Está un poco alejado del centro pero tienen muuuuuuuchas cosas. La disposición es probablemente más acogedora, ya que todo está "a la vista" y tú simplemente te vas sirviendo. Eso sí, casi ninguno de los precios estaba marcado en el producto, y como odio tener que estar preguntando lo que cuesta cada cacharrito a cada segundo, al final hubo muchísimas cosas que no cogí por no preguntar.

Puntuación: 8 sobre 10. La localización no es tan buena (sobre todo si vas en transporte público o no vives por esa zona), es más cara.... y tener que preguntar los precios a cada momento es un coñazo.

http://www.clubcocina.net/



Keyks me pareció una tiendecita muy cuca. La verdad es que no tienen tantas cosas como en las otras dos tiendas, pero tienen muchas. Muchas más de las que me esperaba. Los precios son un poco más moderados que en Club Cocina, me pareció (yo sólo compré un lápiz comestible negro y costaba 20 céntimos menos que en Club Cocina... algo es algo!).

Puntuación: 7 sobre 10. Es muy chiquitita y eso hace que no tengan tantas cosas como las anteriores.

http://keyks.es/



Taste of America es el paraíso, si tienes la tarjeta de crédito a mano, claro. En cuanto entré, me sentí trasladada a los supermercados americanos en los que estuve hace tres años cuando fui a NY con mi hermano. Aunque todo es caro (ya se sabe, los productos importados es lo que tienen), tienen maravillas: mil tipos de mantequilla de cacahuete; millones de sprinkles, ingredientes, decoraciones para cupcakes y tartas; chuches americanas a porrón; cacao Hershey's; especias; moldes especiales; marshmallows de los blancos (ÑAAAAAM); mezclas para tartas americanas... todo. No compré nada porque si empiezo no paro, pero me hubiera comprado media tienda!!!

Puntuación: 9 sobre 10. Le quito un punto porque todo tiene un precio muy alto para lo que es (y, sobre todo, para lo que cuesta en USA!!!)

http://www.tasteofamerica.es/


Pues ese fue mi periplo por Madrid... ¡¡Espero que os sirva para vuestras compras cupcakeras!!

Por lo demás, os mando muchos besos, ya desde Frankfurt (¡¡¡hace sol!!!).

Alma