Cake balls de vainilla (con confetti) y pensamientos variados

Hoy estoy bloqueada.

Son tantísimas las cosas de las que os quiero hablar que no sé ni por donde empezar.

Por ejemplo, os quiero hablar del helado de mantequilla de cacahuete que casi hago ayer.

Y digo casi, porque me comí la mitad de la mezcla antes siquiera de congelarla (y la otra mitad en algún momento de la congelación, cuando aún estaba blandito). 

En todo caso, creo que en el momento que lo repita será el helado más bueno que jamás he hecho (junto con este de Nutella)

También os quiero hablar de mi máquina de pasta.

Sí.

Me he comprado una máquina de pasta. 

¿Para qué? (Esa es la típica pregunta que NO hay que hacer)

Bueno, pues tengo intención de hacer pasta casera. (Y la intención es lo que cuenta)

¿Por qué?

Oficialmente es por culpa de Jamie Oliver (y esos videos maravillosos que hace, como este)

Realmente es porque la novia de mi hermano tiene una. Y hace una pasta que te mueres. Y yo he pensado que comprándome la máquina podré hacerla igual que ella. (Aunque tengo serias dudas porque realmente lo que pasa es que cocina genial todo lo salado, y eso no se te pega simplemente por comprarte una máquina de pasta. Pero bueno, yo el intento lo voy a hacer...)

Y hablando de máquinas, he vuelto a usar mi máquina para hacer cake pops para hacer estos cake balls.

Esto me llena de satisfacción, porque normalmente soy una de esas personas que compra cacharros pensando "esta es la mejor compra de mi vida, le voy a dar un uso brutal" y luego se los olvida en un cajón... 

Me pasó con mi mini licuadora... con mi sandwichera... con mi mandolina para verduras... (Bueno. Esta está exiliada en un cajón... y no la voy a olvidar tan fácilmente ya que con ella me corté un dedo en juliana, literalmente)...

Aunque no sé qué es peor, si que las use o que no... porque viendo que estoy usando mucho la máquina para hacer cake pops, me he animado a comprarme la de pasta de la que os hablaba. 

Y he puesto en mi wish list de Amazon.es la palomitera. 

Y la máquina de hacer algodón de azúcar. 

Y la de gofres...

(Dios. Ojalá no estuviera dando tanto uso a la máquina de cake pops!!!)

La tacita es de My Home Style

Pero a ver, que divago.

Vamos con los cake balls.

Lo que más me gusta de los cake balls es que no llevan palito.

En serio. 

Pensadlo. 

Están tan buenas como un cake pop pero te ahorran el (coñazo, con perdón de la expresión) de ponerles los palitos. 

Te ahorras los suicidios colectivos inesperados. Se acabó el llorar mirando la encimera, tras ver que tus cake pops estaban tan deprimidos que han decidido quitarse la vida. Todos. Sin excepción. Incluso ese que habías decorado con tanto mimo... (Vamos, que se acabó el gritarle a un difunto cake pop: "Así me lo pagas?? Así?? Con el cariño con el que yo te he bañado en los candy melts??? Acaso me merezco esto??"). 

Te ahorras tener que poner a alguien a sujetarlos mientras se secan porque no encuentras un trozo de porexpán donde clavarlos (Historia real. Y si no, preguntad a mi padre sobre aquél día que sujetó 8 cake pops mientras yo corría por la cocina buscando algo donde clavarlos....)

Y además, caben en una huevera. 

Y eso es algo difícilmente superable. 

Adiós cake pops, hola cake balls.

(Hueveras de colores. Otra de esas cosas que te compras sin saber por qué ni para qué te las estás comprando... Gracias a Dios que se me ocurrió meter las cake balls porque ya iba a hacerles un hueco entre la licuadora y la sandwichera...)

CONFETTI CAKE BALLS

(Para unas 60 cake balls)

• 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
• 200g de azúcar blanco
• 200g de harina
• 1,5 cucharaditas de levadura química
• 115ml de leche 
• 2 huevos L
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla (o pasta de vainilla)
• 3 buenas cucharadas de confetti de azúcar

Batimos bien la mantequilla con el azúcar, hasta que la mezcla se aclare. Incorporamos los huevos y batimos de nuevo. Batiendo más lentamente, incorporamos la mitad de la harina, tamizada con la levadura química. Incorporamos la leche mezclada con la vainilla. Añadimos el resto de la harina. 

Incorporamos el confetti. ¡¡Ya está lista para usar con la maquinita!!

Recordad: tardan unos 5-6 minutos en hacerse y sólo hay que llenar las cavidades con una cucharada.
Aquí tenéis una especie de paso a paso en el que llené mi máquina de churretes.

Para bañarlos en los candy melts o el chocolate, yo pincho cada bolita con un tenedor, la cubro bien y luego la dejo secar sobre una bandeja con papel de horno. 

Y con los sprinkles camuflo los agujeritos dejados por el tenedor. Ante la imperfección, sprinkles (es mi nuevo lema).

Recordad que si al derretir los candy melts os queda una mezcla muy densa, hay que añadir crisco, manteca de cacao o un poquito de aceite de girasol para que se vuelva más líquida. Calentarlos más sólo sirve para que se quemen y haya que tirarlos a la basura (y lo digo por experiencia).

Es FUNDAMENTAL que si usáis una huevera, sea una huevera nueva. No puede haber estado en contacto con huevos o corréis el riesgo de contaminar con salmonella cualquier producto que pongáis en ella, desde mini cupcakes a cake pops. Hueveras nuevas, siempre.

Y ahora sí, me despido. Espero que perdonéis la cantidad de pensamientos variados e inconexos a los que os he sometido hoy.

Eso sí, no me puedo ir sin antes anunciar que los ganadores de los libros de Xavier Barriga.

Ha sido el sorteo más maravilloso de todos ya que al hacer la lista de participantes he podido hacer también la lista de libros recomendados. Tengo recomendaciones para el resto de mi vida, soy feliz.

Porfi enviadme un email a objetivocupcake@gmail.com para que os mande el libro a vuestra casa :)


Pronto otro sorteo genial total.

Y ahora me despido.

Os veo esta tarde a las 19.00 en la FNAC de Alicante.

Y si no podéis venir os veo por aquí, muy pronto, espero que con un helado de mantequilla de cacahuete

(Si no me lo como antes otra vez)

Os quiero, gracias por estar ahí

Alma