Un jardín de rosas para mis padres... ¡¡¡Estoy en España!!!

¡¡Estoy en España!!Seis meses más tarde, hoy he pisado de nuevo el Aeropuerto de Barajas. Conmigo, dos maletas inmensas (llenas de regalos para la familia), dos cajas de cupcakes para mis padres y la revista de Martha Stewart, “Living”.
[Nota: Que conste que la culpa de la compra de la revista es de Bea, del Rincón de Bea, que siempre menciona la revista en su blog y claro, cuando la he visto en el aeropuerto, no me he podido resistir. Total, que me la he comprado y es maravillosa. ¡¡Gracias Bea por descubrirme indirectamente el maravilloso mundo de “Living”!!]

Esta semana ha sido muy estresante. Tras la experiencia de mi tía, que acabó llegando a Bilbao con un día de retraso, cada copo de nieve que caía me encogía el corazón. ¿¿Sería posible que me a quedar atrapada en Frankfurt a pasar la Navidad??

Gracias a Dios no ha sido así. Yo he llegado sólo con un poco de retraso, a pesar de que en mi vuelo había overbooking… Pero lo importante es que he llegado!!
Como os decía, conmigo llegaban 8 cupcakes, en sus cajitas de cartón, cuidadosamente transportados desde mi casa hasta el aeropuerto… ¡¡¡ojalá hubierais visto cómo me temblaban las manos al ponerlos en la bandeja del control de equipajes!!! En mi mente veía al policía alemán agitando la caja y diciendo: “Was ist das???” Pero ni los han mirado. Se han limitado a cachearme de arriba abajo (Tengo la rodilla fastidiada últimamente y me he tenido que poner una mi rodillera que tiene metales en los laterales… jeje… me siento como Terminator!!) y a abrir mi maleta… ¡¡y revisar uno por uno todos los productos de repostería que llevaba dentro!! Jajaja.
Pero volvamos a los cupcakes.

Esta vez no he querido arriesgar. Los horneé anoche, porque por la mañana no me iba a dar tiempo a hacer todo… ¡sobre todo con la cantidad de fotos que saco siempre!. Los conservé en un tupperware y esta mañana los he decorado. Ojalá hubierais visto cómo me temblaban las manos al decorarlos esta mañana: en mi frigorífico no quedaba más que un poco de mantequilla y un paquete de leche sin abrir… así que cualquier error hubiera sido fatal!! No había marcha atrás, debían salir bien a la primera.Para la masa de los cupcakes, usé mi receta base de vainilla. Sabía que tenía que hornearlos el día anterior y, por experiencias anteriores, sé que esta masa aguanta muy bien de un día para otro: los cupcakes siguen igual de jugosos tras pasar la noche en un tupper.


Para el frosting blanco, usé la receta del queso crema de mis cupcakes de coco….
Y para el frosting de chocolate… ains… es que aquí en Alemania venden una cosa muy pecaminosa que encontré en Rewe el otro día… ¡¡¡Queso Philadephia con chocolate Milka!!!


De hecho, lo mismo hasta lo venden en España, pero yo nunca lo había visto y, claro, no pude resistirme. El sabor es semejante al de los petit suisse de chocolate. No es excesivamente dulce.
El problema es que yo sé que mi padre no es muy fan del chocolate negro y, esta crema de queso con chocolate está bastante “chocolateada”. Así que usé media parte de queso con chocolate y media de queso fresco normal y por eso mis cucpakes tiene un color marrón clarito y no oscuro.


La cuestión es que esto me ha llevado a pensar que las cremas cacao tipo Nocilla o Nutella tienen que dar bastante juego para la decoración de los cupcakes… Empezaré a investigar próximamente. Encima he usado decoraciones de azúcar marca Rewe.













Al loro que las fotos están hechas… ¡¡¡sobre mi cama!!! Jajaja.











Me encanta usar esta crema para decorar los cupcakes. ¡¡¡Le perdono que sea extradulce por el simple echo de que es maravillosamente consistente!!!
Pues nada, no os aburro más.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS/AS!!!
Os deseo lo mejor para estas fiestas y espero que, como yo, podáis pasar las Navidades junto a las personas que más queréis.

PD: Durante el vuelo he estado viendo unos videos de Nigella Lawson en mi portátil… desde hoy, oficialmente, soy fan de Nigella. ¡¡¡Es maravillosa!!! ¡¡¡Fríe los gnocchi para hacer mini roasted-potatoes!!!!